miércoles, 16 de marzo de 2011

El nazismo

El nazismo es una ideología alemana gestada en los años 20 pero que no alcanzará importancia hasta los años 30, momento en que las duras condiciones de paz impuestas en el Tratado de Versalles (1919) se juntan con la grave crisis mundial del Jueves Negro en 1929.  En Alemania la situación es más acuciante aún, ya que a los devastadores efectos económicos se sumaba la obligación de pagar el tributo de la derrota en la Primera Guerra Mundial, y el descontento popular ante la injusta situación que hacía que las calles se llenaran de manifestaciones extremistas de toda índole, tanto de izquierda como de derecha.[]
Esta situación culmina con el fuerte descrédito de las democracias liberales, dado que las dictaduras que surgieron demostraron ser capaces de controlar y resolver las crisis más efectivamente que las democracias.[ ]URSS, como la Italia de Mussolini y el Japón Imperial, fueron percibidas como restaurando el "orden social" aun con anterioridad a esa solución a problemas económicos.

Alemania después de la 1° Guerra Mundial

A esa crisis político económica hay que agregar una crisis ideológica aun anterior que se ha sugerido se extiende desde 1890 a 1930[ ]y que ha sido caracterizado como una “revolución contra el positivismo”. Tanto los valores como las aproximaciones a la sociedad y la política que formaban la base de la civilización occidental fueron percibidas como superadas reliquias del racionalismo proveniente de la ilustración


El Zeitgeist de esa época puede ser descrito como una amalgama o mezcla de ideas caracterizado por un rechazo al racionalismo



En Alemania esa rebelión contra el racionalismo dio origen, entre otras cosas, a una variedad de asociaciones que promovían un retorno a visiones romantizadas del pasado alemán en lo cual Richard Wagner tuvo alguna influencia basada en la ariosofía y primeros en usar la esvástica en el contexto de la época  que patrocinó al Deutsche Arbeiterpartei (DAP), más tarde transformado por Adolf Hitler en el Partido Nacionalsocialista Alemán de los Trabajadores.[]


El nazismo transforma, sin mucha dificultad, ese culto a la fuerza del más fuerte que es el ario en un antisemitismo puro y simple, utilizando la preexistente leyenda de una conspiración judía para hacerse con el control mundial para explicar la derrota alemana en la Primera Guerra Mundial: el ejército de ese país fue traicionado y "apuñalado en la espalda" por los bolcheviques y judíos. Esa traición se extiende al gobierno de la República de Weimar que permite ahora que esos mismos judíos y otros financieros profiten de la inflación, y otros problemas que afectan a los alemanes. 

Judíos en los Campos de Concentración

Esa tradición se transforma, bajo la influencia de personajes tales como Ernst Forsthoff, quien, a partir del periodo de la República de Weimar, postula que los individuos están subordinados ya sea al «Estado absoluto» o al «Volk», bajo la dirección de un Líder o Führer.[]


El nazismo se concreta como una ideología totalitario de tipo fascista en la medida en que se caracteriza por dar una importancia central y absoluta al estado -a partir del cual se debe organizar toda actividad nacional, representado o encarnado y bajo la dirección o liderazgo de un caudillo supremo, en este caso Hitler, y por proponer un racismo, nacionalismo e imperialismo visceral que debe llevar a conquistar los pueblos que se consideren inferiores. A partir de 1926, Hitler centralizo incrementalmente la capacidad de decisiones en el partido. Los dirigentes locales y regionales, etc, no eran electos, sino nombrados, de acuerdo al Führerprinzip y a ese líder respondían, demandando obediencia absoluta de sus subordinados. El poder y autoridad emanaba del líder, no de la base.



 BIBLIOGRAFIA:
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